ELEFANTES. BUENAS Y MALAS.

Una buena noticia, al fin. La campaña mundial de Avaaz consiguió que muchísimos de vosotros, medio millón de firmantes, os volcáseis en la crítica y finalmente venció la protección de los elefantes contra el comercio del marfil en la reunión de la ONU. Recordemos que, a cuenta del absurdo negocio del marfil, en un siglo se ha pasado de 10 millones de elefantes a poco más de medio millón. La masacre ha sido absolutamente tremenda.
Pero también tenemos hoy una mala noticia. ¿Os acordáis de Susi, la elefanta del zoo de Barcelona? Pues se encuentra ya fatal, en estado crítico. El Zoo de Barcelona ha cerrado el paso a los visitantes. La pobre se ha desmayado varias veces y se teme que pronto pueda morir.
La campaña Libera a Susi, liderada por tres organizaciones (Libera, Faada y Born Free Foundation) denunciaron hace ya un año las condiciones de vida de las elefantas Susi y Yoyo. Cuentan que el Zoo de Barcelona ha estado engañando a la gente mostrando a las dos elefantas juntas en fotos falseadas cuando la realidad es que están completamente separadas.
Los elefantes africanos en los zoos viven unos 40 años menos que los que viven en libertad. Susi nació hace 37 años en África, en libertad, pero le arrebataron todo lo que tenía para encerrarla en Terra Natura hasta 2002 y desde entonces en este lugar donde hoy agoniza en la que podría haber sido la flor de su vida en las sabanas. Cuando llegó a este zoo de Barcelona, se la unió a Alicia, y ambas permanecieron estrechamente unidas hasta que hace un par de años, Alicia, con terribles problemas digestivos principalmente debidos a la ingesta de juguetes variados, fue ejecutada en público, delante de los niños de un colegio (el colegio no volvió a acudir al zoo nunca más), dormida con dardos que Susi le iba quitando uno a uno. Toda la eutanasia, incluído el macabro despiece del cuerpo con una motosierra, fueron realizados delante de Susi, algo que es tremendamente traumático para un elefante, pues los elefantes son conscientes de la muerte, que es para ellos un hecho muy traumático y que les causa fuertes emociones.
Susi está escuálida y ha perdido todo deseo de vivir. Yoyo se encuentra aislada, sola, y se acerca a escuchar y oler a Susi a través de la valla. Ya realiza movimientos estereotipados por el estrés del confinamiento. Os dejamos aquí, para más información, el enlace al artículo que escribimos sobre Susi:

1 comentario:

  1. Tristísimo. Cómo se puede tratar de esta forma a un animal tan inteligente? No hay derecho!

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