LAS ÚLTIMAS ORCAS DE REINO UNIDO ESTÁN CONDENADAS

El último pod de orcas de Reino Unido está condenado. Las aguas de Europa occidental se ha demostrado que son un punto caliente para la acumulación de la herencia crónica de PCBs. Químicos persistentes provenientes de aparatos eléctricos prohibidos en los años 80 pero que todavía persisten en los océanos, como ya advirtieron los ecologistas, como la organización Greenpeace, en su día, que sucedería. Se han encontrado niveles extremadamente altos en los delfines de las poblaciones de Europa, que se encuentran en declive. Durante 20 años se han analizado cuerpos de más de mil delfines, orcas entre ellos, y se ha encontrado altísimos niveles de PCBs en su grasa, lo que afecta directamente a su capacidad reproductora y su sistema inmune. De hecho, la tasa de PCBs más alta del mundo se ha encontrado. 
Las orcas habitaron el Mar del Norte hasta los años 60, cuando la contaminación por PCBs alcanzó su punto álgido. En el Mediterráneo las orcas fueron comunes hasta los años 80. El último pod residente de Reino Unido vive en el noroeste de Escocia y contaba con 9 individuos hasta que la semana pasada murió una hembra, Lulu, que apareció varada en la costa. 


En su interior se descubrieron estos objetos que había ingerido y que causaron su muerte: 

Este grupo, afectado por la contaminación, no ha tenido reproducción desde hace al menos 19 años que empezó a ser estudiado. Las orcas pueden vivir 50 años pero está visto que este grupo está condenado implacablemente a la desaparición. 
Las 36 orcas que viven en el Estrecho de Gibraltar también sufren la contaminación por PCBs. 
Como sabéis, los delfines, y las orcas son delfines, están en la cima de la cadena trófica. El plancton se contamina con las toxinas, también los moluscos y todos los animales que se alimentan filtrando nutrientes del agua. Los que se alimentan de ellos, como crustáceos y peces, acumulan todos los tóxicos de sus presas... y a medida que unos depredadores se comen a otros, acumulan estos tóxicos en su cuerpo. Así, orcas y delfines consiguen acumular las mayores cantidades de tóxicos. 
Sucede que las hembras, cuando crían, se liberan de la mayoría de los PCBs acumulados al amamantar a sus crías. Es decir, que sus crías, en el momento más vulnerable, al mamar, ingieren todos los tóxicos. Ahora se ha descubierto que las hembras tienen tantos PCBs como los machos por una sencilla razón: no están criando. 
Una población de delfines mulares de Portugal que lleva siendo estudiada 40 años, lleva sin reproducir más de una década. En necropsias de marsopas se ha determinado que están teniendo abortos y muertes de sus fetos debido a los contaminantes que afectan a su sistema reproductor. 
Los PCBs fueron prohibidos, efectivamente, en los 80, pero se encuentran en los cetáceos de forma persistente y no declina su nivel lo que indica que todavía se están filtrando al medio ambiente. En Europa se produjeron cientos de miles de toneladas de PCBs y la mayoría continúa en tierra. 
Las fugas desde vertederos al aire libre llegan al mar y el que está en el sedimento marino acumulado está siendo relanzado por perforaciones o dragados. Son muy difíciles de destruir. Habría que enterrarlos o incinerarlos a altas temperaturas. Los políticos mundiales tendrían que tomar medidas para hacer desaparecer los PCBs antes de que sea demasiado tarde. Son el asesino silencioso de los cetáceos. 
La magnitud del problema es muy preocupante. 

David Nieto Maceín. 


EL NIÑO QUE HIZO LA PAZ CON LOS LEONES.



Richard Turere es un niño masai de Kenia, que vive al borde del Parque Nacional de Nairobi. Aunque se dedicó al ganado de su padre desde muy pequeño, le gustaba desmontar aparatos eléctricos y aprendió a arreglarlos, y pronto empezó a inventar cosas. Con chatarra, componentes de coches viejos y electrodomésticos desechados, empezó a construir inventos para los vecinos. Con 13 años inventó algo que se hizo famoso. Las "Lion Lights", las luces de león, una valla hecha con piezas de linternas, baterías de coche y energía solar, y lo probó para alejar los leones del ganado de su padre con mucho éxito. Así, su invento, dice, "hizo la paz con los leones". Dado que los leones no atacaban nunca cuando había personas, se le ocurrió hacer algo para que los leones creyeran que había gente presente con el ganado. Probó antes con figuras humanas y otras cosas sin éxito. Gracias a su ingenioso invento, las bajas al ganado desaparecieron y se dejaron de matar leones en la zona.
El niño recibió, gracias al invento, una beca para estudiar en la Brookhouse School.


Con los lobos es mucho más sencillo. Temen infinitamente más al hombre que los leones, y basta con tener perros adecuados para defender los rebaños. Sirva este ejemplo de un niño dando lecciones de prevención, entre otras cosas.

David Nieto Maceín