LAS TRES ABEJITAS Y EL ABEJARUCO FEROZ

De nuevo vuelvo, desde este portal de ANAGEF, con el asunto "abejaruco & apicultores extremeños", ya que considero importante el dar a conocer las verdades de un nuevo y absurdo conflicto inventado. 
Nos llega hoy otra noticia en la que se dice que los apicultores extremeños siguen en sus trece, critican a los ecologistas y repiten que los abejarucos pueden causar el descenso del 40% de su producción. Hablan de su situación como "catastrófica, dramática y lamentable". Piden, eso sí, sus "ayudas agroambientales", lo que me parece denigrante. Un detalle a subrayar es que habla de que los abejarucos han de estar "en su hábitat natural", que, según él, "es África". Esto es ABSOLUTA Y TOTALMENTE FALSO. El Merops apiaster es el ABEJARUCO EUROPEO. Nuestro abejaruco europeo es migrador transahariano. Nace AQUÍ y pasa el invierno en África tropical, a donde se va a mediados o finales de agosto o en septiembre. 
POR TANTO, NOS UNIMOS A ESTO: 

Nuestro abejaruco europeo está incluido en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de PROTECCIÓN ESPECIAL y en la LISTA ROJA EUROPEA. Por tanto, está PROTEGIDO por leyes nacionales e INTERNACIONALES también. 

Como complemento a la entrada anterior, voy a dejar aquí algunos trabajos científicos de distintas universidades y organismos públicos que demuestran que los problemas de las abejas no son los abejarucos. 

-Abejas tratadas con un antibiótico común tenían la mitad de probabilidades de sobrevivir, después de una semana de tratamiento que aquellas no tratadas: https://www.sciencedaily.com/releases/2017/03/170314150933.htm
-Demostrado por primera vez; el uso de un pesticida común (neonicotinoide) afecta seriamente a la habilidad de las abejas para volar: https://www.sciencedaily.com/releases/2017/04/170426093454.htm
-El primer estudio que pretende censar las abejas salvajes en EEUU encuentra que éstas están desapareciendo de las mayores explotaciones agrarias: https://www.sciencedaily.com/releases/2017/02/170219165128.htm
-La nicotina también produce adicción en las abejas haciendo que éstas vuelvan con más regularidad a los cultivos tratados con pesticidas neonicotinoides: https://www.sciencedaily.com/releases/2017/05/170516080757.htm
-La habilidad de las abejas para pecorear decrece con el aumento de la polución, lo que provoca que dediquen mucho más tiempo a pecorear, con peores resultados y disminuya la eficacia de la polinización: 
-Este estudio defiende que la actividad humana (industrializando la producción) es clave para entender el rápido crecimiento de patógenos que afectan a la apis mellifera: https://www.sciencedaily.com/releases/2017/04/170406121535.htm
-Éste estudio demuestra que el estrés producido por un bajo número de pecoreadoras (por enfermedad, envenenamiento) hace que las jóvenes obreras estén mucho más estresadas acortando sustancialmente su vida. Se produce una retroalimentación negativa: más estrés produce menos obreras, que produce más estrés, que produce menos obreras, que lleva al colapso de las colmenas CCD
-En EEUU las muertes de colmenas no paran de aumentar en la última década. Los estudios con pesticidas se hacen midiendo su efecto de uno en uno, en condiciones controladas. Aquí se ha medido la mezcla de pesticidas, herbicidas y fungicidas encontradas en las colmenas y se ha comprobado que la mezcla de estos productos es letal: https://www.sciencedaily.com/releases/2016/10/161007115919.htm
-Entre 2014-15 los apicultores americanos perdieron el 40% de las colmenas: https://www.sciencedaily.com/releases/2015/05/150513093605.htm
-Entre 2016-17 los apicultores americanos perdieron el 33% de las colmenas: https://www.sciencedaily.com/releases/2017/05/170525100249.htm
Y en USA no hay abejarucos.
-Las abejas sufren severos daños en su memoria y capacidad de aprendizaje después de ingerir pequeñas dosis del pesticida chlorpyrifos: https://www.sciencedaily.com/releases/2016/03/160301174136.htm
-Los pesticidas usados en la viña, almendras y frutales suelen ser dispensados junto con  una organosilicona como coadjuvante (Sylgard 309), esta hace que las larvas de abeja sean mucho más supceptibles de enfermar del virus de la reina negra: https://www.sciencedaily.com/releases/2017/01/170116092933.htm
-El primer estudio multi-anual realizado en EEUU sobre la incidencia de las enfermedades y patógenos en abejas muestra que las colonias estacionarias enferman más facilmente de varroa y las transhumantes de nosema. Ambos patógenos son decisivos en la transmisión de enfermedades víricas a las abejas. LA MAYOR INCIDENCIA DE LA VARROA SE PRODUCE EN OTOÑO. Su efecto sobre las colmenas es mucho peor en invierno que en primavera-verano. 
Esto lo comprobó mi entrevistado José Paredes el año pasado en Teruel cuando se perdieron más de la mitad de las colmenas durante el invierno:

-A dónde se han ido todos los insectos?? Los entomólogos alemanes llevan años estudiando la diversidad y abundancia de insectos a lo largo de toda Alemania occidental y han comprobado que entre 1989 y 2013 la biomasa de invertebrados capturados en sus trampas ha caído un 80%: http://www.sciencemag.org/news   publicado 10 mayo 2017


David Nieto Maceín. 



ABEJITA ROJA Y EL ABEJARUCO FEROZ


Cuando parecía que todo lo habíamos visto en cuanto a oportunismo del sector ganadero, nos encontramos con que cierto sector de la apicultura extremeña exige controlar la población de abejarucos por supuestos daños a sus colmenas. Traspasa los límites de lo absurdo, lo inmoral, lo descarado e insolente, de la indecencia, de la codicia, del oportunismo, de la patraña y la calumnia.

LA VERDADERA AMENAZA: PESTICIDAS

Llevamos años asistiendo a la pérdida masiva de abejas debido principalmente a los químicos utilizados en la agricultura y que nos aniquila a todos los seres vivos y seguramente sean causa de muchos de los cánceres de nos aquejan. Estos químicos, pesticidas en su mayor parte, no afectan sólo a las abejas de la miel sino también a otras miles de especies de abejas que existen en la naturaleza y que no tienen “gestión ganadera”, además de al resto de los insectos que son básicos en las cadenas tróficas.
Los insecticidas neonicotinoides, los fungicidas y los herbicidas son una terrible amenaza para estos insectos, lo que se suma a la constante degradación y destrucción de los hábitats naturales. Esas son las amenazas reales de las abejas. En un país amenazado por la desertización en un clima que se calienta, observamos boquiabiertos, por ejemplo, cómo los incendios provocados por oscuros intereses continúan devorando los bosques, los montes, la vida, creando más zonas desiertas. Esas son verdaderas amenazas para las abejas. También el manejo ganadero de las abejas de la miel ha provocado la introducción artificial de parásitos y enfermedades alóctonas que han conllevado un daño inconmensurable.  

Diversos científicos mundiales han apuntado que el problema de la pérdida masiva de colonias de abejas (lo que se ha dado en llamar “Desorden de Colapso de Colonias, CCD”) se puede deber a la pérdida de variedad en la dieta de las abejas por la pérdida de la diversidad de plantas que necesitan para fortalecer el sistema inmunitario y que usan para esterilizar el alimento en las colmenas. En USA, donde el problema ha sido mucho mayor y se ha invertido mucho en investigación, se ha sospechado también que la pérdida de la diversidad de especies de abejas podría estar detrás del problema. Pero el profesor Randolf Mendel demostró cómo la exposición a pesticidas neonicotinoides como el Imidacloprid (prohibido en Alemania desde hace años por ser nocivo para las abejas) y otros insecticidas de este tipo trastoca el sistema nervioso y el sentido de la orientación de las abejas. Hay más de 300 insecticidas desastrosos para las abejas.


EL ABEJARUCO

Los apicultores extremeños se han estado quejando por la presencia de abejarucos en los alrededores de sus explotaciones y han elevado una queja a la Junta de Extremadura, que ha anunciado una autorización de controles de estas aves. ASAJA habla de pérdidas del 40% de miel. Hablan de “devastación”, de que los abejarucos “aniquilan” las colmenas. Nadie habla de los miles de toneladas de venenos para los cultivos que, en Extremadura por ejemplo, se echan con métodos aéreos (dimetoato para la mosca del olivo, muy tóxico para las abejas y que hasta la propia Junta de Extremadura recomendó no usarlo precisamente por eso). Aunque la propia Junta ha recomendado el uso de mallas de sombreo y protecciones laterales con redes para evitar “ataques”, no se tiene en cuenta habitualmente.

El abejaruco está incluido en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y en la Lista Roja Europea, por lo que es una especie PROTEGIDA a nivel europeo. Ni España ni mucho menos una Comunidad Autónoma puede decidir controles sobre esta especie a la ligera.

La conclusión de un estudio de la Universidad de Extremadura, dice que “Los ataques producidos por los abejarucos en el entorno de las colmenas seleccionadas son puntuales y por lo tanto supeditados a un efecto claramente local.” El estudio demostró que los “ataques” se dan solo a partir de la última quincena de julio (cuando los pollos salen del nido) y, principalmente, en agosto (cuando se reúnen para el viaje migratorio). La incidencia fue anecdótica y prácticamente reducida a las primeras horas de la mañana.

Se comprobó que la dieta de los abejarucos se compone de al menos 165 especies de insectos, entre las que destacan numerosas especies de himenópteros (avispas y abejas, de las que en España hay más de un millar de especies), escarabajos y dípteros, representando las abejas melíferas, en los meses de julio/agosto, el periodo de máxima incidencia, el 58-68%, dependiendo de condiciones climáticas del año, que permiten mayor o menor abundancia de otros insectos voladores.

En otros estudios se ha comprobado la existencia de abejas en la dieta (recordando que la abeja melífera es sólo una especie de entre las más de mil especies silvestres que habitan en la península) y avispas, además de escarabajos, moscas y chinches, libélulas, saltamontes, tijeretas, mariposas... En épocas de sequía, con menor presencia de otros insectos, puede buscar más la abeja melífera por su concentración especial. Pero, en sus capturas alrededor de los colmenares, cazan muchas avispas depredadoras de abejas también. Curiosamente, en un estudio en el que se analizó la alimentación de abejarucos que habitaban en los alrededores de colmenares, no se encontraron abejas en su dieta. Aunque algunos estudios antiguos hablan de una mayor incidencia, esto no está comprobado (según un estudio de la Universidad de Extremadura en 2006, el 66% de las presas eran himenópteros destacando la abeja melífera, que podría representar el 77% en el mes de agosto).

El que la dieta del abejaruco se componga de abejas en ese porcentaje podría suponer que consumiesen un máximo de un 2% de los colmenares más afectados y sólo en julio-agosto.

Sugieren algunos que los abejarucos tendrían preferencia por las abejas reina, por su mayor tamaño y lento vuelo nupcial. Pero los zánganos y las pecoreadoras viejas tienen vuelos más lentos. Sugieren que el gran problema es que las abejas, al detectar a los abejarucos, no salen de las colmenas, por lo que no acuden a beber y hay riesgo de calentamiento de las colmenas. Sobre estos puntos quiero hablar con un apicultor que trabaja “a favor de la abeja”.


¿FICCIÓN O REALIDAD? ENTREVISTA

José Paredes es apicultor y un estudioso del tema que, con el sello “Masía de Roures” en la provincia de Teruel, tiene una pequeña explotación, respetuosa con las abejas y el medio ambiente y le he preguntado sobre su experiencia con abejarucos.

David: No sé si has visto que los apicultores extremeños exigen control de los abejarucos, que dicen que les causan muchos daños en las colmenas.

José: Sí, y me parece increíblemente absurdo. Todas las tardes vienen los abejarucos a mis colmenas y no he notado para nada bajas en las abejas. De todas formas, un apicultor de mi zona dijo que había matado un abejaruco y que en el estómago le había encontrado 300 abejas, lo cual es una mentira absolutamente absurda. Yo disfruto viendo a los abejarucos todas las tardes sobre los colmenares. Pasan un rato y se van. No tengo absolutamente ningún daño en las colmenas. Su incidencia con el consumo que hacen de abejas, es evidentemente nula para los colmenares. Los insectos polinizadores están disminuyendo también en otros países donde no hay abejarucos y los abejarucos han estado siempre ahí y nunca han sido un problema para la apicultura. 

David: Los apicultores que se quejan dicen que el riesgo más peligroso es que los abejarucos capturen las reinas en su vuelo nupcial. ¿Qué hay de cierto en esto?

José: El vuelo nupcial sucede una vez al año, principalmente en marzo, como muy tarde abril, con la salida de la primera puesta, por lo tanto no puede ser verdad porque la incidencia de los abejarucos es en verano. Además, la reina sólo sale cuando es nueva y necesita que la fertilicen. Cuando se produce un cambio de reina, la vieja sale con un enjambre y se va a otro sitio. La nueva sale en el baile nupcial y enseguida atrae a una nube impresionante de zánganos, y una vez fecundada regresa a la colmena y no sale más. Capturar a la reina entre cientos de miles de zánganos sería más que una casualidad dificilísima. Está cubierta de zánganos, así que es prácticamente imposible. De todas formas, esto sucede cuando los abejarucos aún no han llegado. En verano pueden producirse enjambres secundarios, pero entonces la reina que sale, sale completamente envuelta por el resto de abejas que la acompañarán, por lo que no hay forma de que sea capturada ya que está perfectamente defendida. 

David: Otra cosa que dicen es que las abejas, al detectar la presencia de los abejarucos, evitan salir y se quedan dentro, no saliendo a beber y arriesgando la ventilación de la colmena. Dicen que esto es un peligro muy grave.

José: No he notado absolutamente nada de eso y no he leído nada similar en ningún escrito o estudio de apicultura de ningún lugar del mundo. Cuando los apicultores franceses mencionan al abejaruco no lo ven como un enemigo a tener en cuenta. Además, los abejarucos no están todo el día; sólo están un rato por la mañana y otro rato por la tarde, en las horas más frescas del día.

David: Lo que me llama la atención es que le den tanto bombo a algo tan absurdo cuando están los pesticidas provocando tantísimo daño real en las abejas.

José: Ese es el verdadero peligro. Hay infinidad de estudios ya que han demostrado que todos los nuevos tipos de pesticidas, neonicotinoides, afectan directamente a la comunicación entre las abejas, a su capacidad reproductiva, a su capacidad de orientación, de vuelo… Y eso que los estudios se hacen siguiendo las condiciones que el fabricante de pesticidas indica como aptas, pero la mayoría de los agricultores no respeta esos límites. Y hay muy pocos estudios que se preocupen por el efecto combinado de distintos tóxicos y los que hay aseguran que la mezcla, que se produce siempre, es mucho más peligrosa que el efecto de cada tóxico de uno en uno.
A pesar de todo, me parece normal que en Extremadura le echen la culpa a los abejarucos, siguen una estrategia psicológica inconsciente de todos los mamíferos. Cuando alguien está frustrado por algo, echar la culpa, desahogarse con quien se tiene más cerca y parece más débil, es la forma más fácil de aliviar esa frustración. Pura ignorancia. Están viéndose afectadas muchas especies de insectos y esto está científicamente más que demostrado. No son las abejas por los abejarucos. Son todos los insectos, por los químicos agrícolas, las prácticas industriales, la polución y el cambio climático. Las abejas, cuando no encuentran flores, pecorean en cualquier cosa que sea dulce y tenga algo de agua. Yo las veo pecorear en cortezas de sandías que le echo a las gallinas, tú las viste pecoreando en los pulgones del peral… donde pueden. En Francia hubo una explotación que dio miel de colores porque las abejas se metían en una fábrica de caramelos con cubierta coloreada. Se envenenan por la mierda que echamos por todas partes. Los ríos y otras fuentes de agua, que ellas también necesitan, están contaminadas con disrruptores endocrinos, antibióticos, fungicidas, herbicidas y pesticidas. 

David: ¿Podría ser que la problemática del pequeño apicultor lleve a esa frustración y por tanto a buscar un cabeza de turco aunque sea sin sentido, como los ganaderos con el lobo?

José: Sí, ya lo hemos comentado. Además, cuando haces algo correcto a pequeña escala e intentas llevar esas prácticas de pequeña escala a nivel industrial, no compensa económicamente. Los pequeños apicultores podrían hacer lo que hago yo, preocuparse por las abejas y conseguir sólo la miel que se pueda. Pero eso no les compensa económicamente. Los productores artesanales sólo podemos vender localmente. Si quieres vender más tienes que industrializarte, tener registro sanitario, un local con cinco habitaciones grandes separadas con requisitos de higiene como si se tratase de lechería, cuarto de baño con grifos como en los quirófanos… en fin, una serie de cosas absurdas que cuestan un dineral que jamás vas a amortizar. Sólo las grandes empresas apícolas pueden y éstas viven no de tener abejas, sino de comprar la miel, a precios ridículos, a pequeños apicultores. Lo que se ha hecho ha sido aplicar legislación ganadera al apicultor. Todos los que practicamos apicultura como antes con unas condiciones mínimas de higiene para vender miel con seguridad, esperamos que España cumpla la exigencia europea que desde hace más de diez años tendría que cumplir, que es permitirnos desarrollar esta actividad como en Francia. Hace dos nos permitieron al fin vender con estas condiciones mínimas pero sólo a nivel local. Todavía esperamos la normativa específica, que luego dependerá de cada CCAA, por lo que el lío está asegurado. ¡Con la necesidad que hay de facilitar las cosas al apicultor!. En Francia no pasa lo que pasa en España.

Hay que insistir en que la apicultura industrial es, junto con los venenos y el cambio climático, el principal problema de las colmenas. La apicultura no puede ser negocio con los precios actuales de la miel, a menos que apliquemos aquello de seguir buscando pan para hoy, hambre para mañana. En mi explotación hemos conseguido el equilibrio, y ya sabes que vivo en pleno bosque junto a un parque natural, cuando las muchas plantaciones de flores silvestres que hemos realizado han comenzado a producir suficiente cantidad de flores. Desafortunadamente con el cambio climático también hay que regar, si no, aunque haya flores no hay suficiente néctar.

En la asociación de apicultores a la que pertenezco nos comentaban hace unas semanas lo sorprendidos que estaban porque en Extremadura el número de explotaciones apícolas había aumentado este año un 300%. Seguro que esto también tiene que ver con las quejas contra los abejarucos; mucho ignorante, bien intencionado o no, que se pone manos a la obra pensando que esto es más fácil que ordeñar una vaca, un negocio fácil y que, al final, solo puede llevar al desastre.
David Nieto Maceín.