SUSI, LA ELEFANTA QUE NACIÓ EN LIBERTAD.

La especie humana ha ido destruyendo vidas por todas partes. Hoy nos acordamos de los elefantes porque la caza furtiva ha destrozado miles de familias. La venta del marfil. El dinero, en el fondo. Cuando una matriarca es asesinada, han destruido a su familia. Cuando un elefante muere, su familia guarda luto por él. La caza de elefantes por el marfil fue prohibida hace 20 años. Pero existe la caza furtiva, que mata el 8% de la población de elefantes cada año; mueren más elefantes por disparo que de forma natural. A este ritmo, nuestros hijos no verán jamás elefantes en libertad. Dentro de una década los grandes grupos de elefantes salvajes habrán desaparecido. Sólo quedarán los de los zoos, los que viven presos. ¿Qué sentido tiene que existan elefantes condenados en presidios?.

Susi es una elefanta africana. Su madre la trajo al mundo en libertad, en algún lugar de África, en 1973, hace 36 años. Pero no vive en África en libertad. La vida no la trató bien. Se cruzó con los humanos y entonces... ya se sabe lo que ocurre. Hoy podría vivir allí, escuchando el rumor del viento, el canto de los pájaros, viviría rodeada de un grupo familiar e iría junto a su familia en busca de agua y alimento, vería crecer a los pequeños año tras año, habría tenido los suyos y sería, como siempre fueron todos los elefantes, reina y señora de los grandes espacios.

Pero sí, su triste destino la hizo cruzarse con el ser humano. Su madre debió ser asesinada por los furtivos y ella vendida directamente para vivir en cautiverio, en un zoo o en un circo. Para que gente que no se para a pensar en las consecuencias de lo que hace pague por ir a visitarla.

Y hoy vive sobre el cemento en el zoo de Barcelona. Desde 2002. Lo único que le quedaba en la vida era su compañera, y ha muerto. Susi ha entrado en una depresión y muestra movimientos estereotipados, que aparecen cuando los animales están en total crisis por privación. De puro aburrimiento, se come sus propias heces y todo lo que los descerebrados visitantes la ofrecen, incluyendo plásticos. Esto ha provocado que además tenga problemas gastrointestinales serios.

Los elefantes africanos no se adaptan a la cautividad; la cautividad y el presidio es lo mismo. La cautividad es poner en prisión a un inocente sin darle explicación. Los elefantes africanos sueñan con los espacios abiertos. Hay un grupo llamado Libera que está intentando que Susi sea trasladada a un lugar más digno. Pero no sólo eso. Se trata de Susi como representante de todos los elefantes presos. Se trata de conseguir que se mejore su situación, pero también la del resto de los elefantes cautivos. Que los zoos dejen de tener elefantes. Si ningún animal ha nacido para vivir en esas condiciones, menos aún un elefante. Muchos zoos de EEUU ya han decidido no tener elefantes. La campaña denuncia a los zoos como auténticas cárceles. Negocios que viven del presidio de seres inocentes con la pobre e hipócrita excusa de la educación para los niños o la conservación y reintroducción de especies. Prácticamente no existen animales de zoo que puedan ser reinsertados a la vida salvaje y libre nunca jamás. Creemos que la educación ha de realizarse en otros lugares. Los niños no necesitan conocer a los animales envilecidos en jaulas de cemento.

Nosotros ya hemos firmado nuestro apoyo. Vosotros también podéis ayudar a Susi. http://www.liberaasusi.org/wp/firmar.php