En este fantástico documento se aprecia el detalle de lo que se llama la "silla de montar" del dorso de las orcas, que es una de las características que se utilizan en su fotoidentificación porque son diferentes en cada individuo. Pocos saben que de ahí le viene el nombre: ORCA.
Esta marca en forma de Y es lo que se ve bajo el agua desde las embarcaciones, y es lo que llevó a los antiguos marinos del Mediterráneo a que las conociesen como ORYX marinos (esto es, CARNEROS marinos), debido a que parecen los cuernos de un carnero. Orca proviene de Oryx. Así aparece en los viejos escritos de naturalistas como Plinio El Viejo (siglo I).
Es este mismo dibujo el símbolo de ARIES, el CARNERO, el primer símbolo del Zodíaco, que comienza en el solsticio de primavera.
Mario Morcillo en la cueva de las orcas, bautizada así en su nombre.
Foto: David N.Maceín. ANAGEF-La Isla de los Delfines Baleares
El investigador Mario Morcillo descubrió ese símbolo de ARIES, de ORYX, del CARNERO marino, en una pequeña cueva que domina el mar en aguas del Estrecho de Gibraltar y que hoy es conocida como la "cueva de las orcas", justo en un lugar tradicional de llegada de orcas donde capturan atunes desde hace miles de años.
Pero descubrió algo más. En el solsticio de primavera, el día en que ARIES comienza, el símbolo, dibujado con almagre hace miles de años en la pared de la cueva, es señalado por la sombra proyectada por los rayos de la puesta del Sol, que pasan por una muesca cavada en la roca también hace miles de años. Precisamente, es en el solsticio de primavera cuando se produce la llegada de las orcas frente a la cueva, en espera de los primeros atunes del año que siguen las gigantescas corrientes producidas por la primera luna llena de primavera.
Pero el símbolo dibujado en la cueva y relacionado con ARIES y con las ORCAS, tiene cinco mil años de antigüedad, más que el propio Zodiaco y el Horóscopo y más que los fenicios y las almadrabas que diseñaron para capturar atunes.
Así que, probablemente, el símbolo de ARIES es el que las orcas tienen en su dorso. Y es que los antiguos se hubieron de valer de ellas para saber el lugar y la fecha de llegada de los atunes, a los que comenzaron capturando en comunión con las orcas, suponiendo después la base de la alimentación de cientos de miles de personas.
Pero eso es otra historia para otro capítulo, una historia que marcó la de la Humanidad, aunque parezca increíble. Vivimos tan lejos de la Naturaleza que hay relaciones que nos sorprenden.
Por David Nieto Maceín.
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