La foto de ahí arriba la sacamos los Exploradores del Planeta Azul en el Mediterráneo. Es una ballena de la especie balaenoptera physalus, o rorcual común. El espectáculo de ver a uno de estos inmensos y pacíficos gigantes del mar emerger de las aguas serenas del atardecer para respirar es algo grandioso e indescriptible.
Una vez más, el Gobierno de Japón sigue haciendo de las suyas, saltándose todas las prohibiciones internacionales, ejerciciendo la piratería ecológica. Pero ahora llega aún más lejos. Va a condenar hasta 10 años de prisión a dos activistas de Greenpeace, Junichi Sato y Toru Suzuki, por denunciar el contrabando de carne de ballena y por luchar por poner fin de una vez por todas al programa que vergonzosa e inpunemente llaman "caza científica".
Si defender a las ballenas es un crimen, todos los que apoyamos que se termine con su matanza somos cómplices de las acciones de Junichi y Toru. El Gobierno de Japón no les permite difundir su corrupción. Hay que luchar contra ese Gobierno tirano y que está atentando contra el futuro.
Si defender a las ballenas es un crimen, todos los que apoyamos que se termine con su matanza somos cómplices de las acciones de Junichi y Toru. El Gobierno de Japón no les permite difundir su corrupción. Hay que luchar contra ese Gobierno tirano y que está atentando contra el futuro.
Desde ANAGEF y Exploradores del Planeta Azul, os pedimos que exijáis, cada uno de vosotros, al Gobierno de Japón, la libertad de los activistas o que nos arresten a todos los que queremos salvar a las ballenas, a ver si pueden... Enviad vuestras misivas completando el formulario en esta dirección de la campaña de Greenpeace Argentina. Hacedlo que ¡¡es sencillísimo!!: