LA TÓRTOLA EUROPEA. SU VIDA Y... SU MUERTE EN MEDIA VEDA


Tórtola europea. Foto: Manu Sobrino Senra

La tórtola es una preciosa y pequeña paloma salvaje cuyo arrullo es parte de la música campestre relajante de nuestras masas forestales a comienzos del verano. Es tímida y rápida y no se deja ver tan fácilmente, seguramente por su triste historia de persecución por parte de los cazadores. Si te encuentras su nido y tiene huevos, tu sola presencia y la posibilidad de que lo hayas visto ya es suficiente para que lo aborrezca.

Escuchad su arrullo mientras leéis este artículo. Es el arrullo de mis amaneceres y atardeceres de junio. 


TITÁN DE LA MIGRACIÓN

La tórtola europea es migratoria y pasa el verano en España y el invierno en el África subsahariana… en las sabanas del Sahel, de Senegal hasta Nigeria. Es la única paloma que hace una migración larga. Recorre más de 4.000 kms. Además, es el único ave casi exclusivamente granívora capaz de atravesar el Sáhara. En su viaje, corren un riesgo de muerte por disparo que es acumulativo ya que por cada país que pasan pueden ser cazadas. La caza es su peor lacra. 
Esta no es una buena foto pero es una tórtola europea en mitad del mar Argelino Tirrénico, a muchas millas de la costa, 
al atardecer, volando a gran velocidad. Foto: David Nieto Maceín. 

El Centro para la Ciencia de la Conservación, RSPB, en su proyecto de estudio de la migración de la tórtola europea, radiomarcó una tórtola el 19/sept/2014 en la costa este de Gran Bretaña, en la época en la que inician su migración hacia el sur. Fue bautizada como TITÁN. 

Apenas tres días después, ya había cruzado el Canal de la Mancha, Francia y el Golfo de Vizcaya, y entraba en España por el Cantábrico. Volaba por las noches, a unos 60 km/h y sin descanso, haciendo entre 500 a 700 kms cada noche. Cinco días después (1 de octubre), ya había atravesado España entera y salía por el Algarve portugués y cruzaba esa parte del Atlántico para volar paralelo a las costas marroquíes para entrar directamente al desierto del Sáhara cruzándolo en un viaje prodigioso hasta Mauritania, logrando esta odisea desde Portugal en el sorprendente récord de tres días. De allí voló a Senegal, desplazándose poco a poco más tranquilamente, hacia el interior, hasta llegar a Mali el 20 de noviembre. El 14/diciembre se desplazó 500 kms a las riberas de un río de Mali donde pasó el invierno como otras muchas tórtolas. Cinco meses después, en mayo de 2015, intentó cruzar el desierto para viajar de vuelta a Inglaterra, pero una tormenta de arena le hizo desistir. No esperó mucho porque 9 días después ya había cruzado el Sáhara y descansaba en el Atlas marroquí durante otros 9 días. 11 días después había cruzado ya el Estrecho, la península ibérica y llegaba al norte de Francia, donde estuvo moviéndose un par de semanas.  El 22 de junio, un mes después de salir de Mali, llegaba a Suffolk, Inglaterra, el mismo lugar donde había sido capturada y radiomarcada. 5.600 kms de viaje migratorio ida/vuelta. 


En el verano intentó ligar con una hembra pero no tuvo éxito. El 20/sept/2015, fiel al mismo día de partida, volvió a iniciar su épico viaje a Mali. Cruzó el Canal de la Mancha, Francia entera, el Golfo de Vizcaya, la península ibérica, el Estrecho de Gibraltar, Marruecos y llegó a Mauritania el 9 de octubre, 19 días después. Ese año hubo mal tiempo en el Sahel y no viajó a Senegal, pero diez días después llegaba a Mali, casi al mismo punto del año anterior, y de nuevo viajo por el interior a las mismas riberas para pasar el invierno, pero justo antes de su migración primaveral se perdió la señal de su GPS para siempre.
De ocho rutas migratorias obtenidas en tórtolas europeas con esta técnica, cinco viajaron a Mali e invernaron allí. Las otras tres perdieron su señal en Marruecos, en España o en Inglaterra antes de salir.
Tórtola europea. Foto: Manu Sobrino Senra


MUERTE DE LA TÓRTOLA. LA MEDIA VEDA.

En agosto empieza en España la terrible “media veda”, práctica cinegética que se realiza para relajar los instintos asesinos de los cazadores, que llevan sin matar legalmente unos meses. Así, durante un mes aproximadamente, pueden matar unas especies que, debido a esta presión brutal, sufren un alarmante declive: la codorniz y la tórtola. Además de la masacre absurda de palomas torcaces y otras especies.
Los datos de densidad de codorniz y tórtola europea indican que no es posible su “aprovechamiento sostenible” sino todo lo contrario, por lo que este tipo de caza es, en realidad, ILEGAL para estas especies. Pero no se paraliza este despropósito.
Coincide esta época con las últimas fases de su reproducción, por lo que aún están criando pollos en sus nidos y hay pollos volanderos. ¡Están en pleno periodo reproductor!. Los torpes pollos están aún confiados y es una época de sequías en las que se concentran en busca de agua y comida, algo que también aprovechan los cazatas. También es aún época de cría para otras muchas especies y de recalada para otras que llegan y que van a migrar hacia África. La maldita media veda se convierte en una amenaza insostenible y una molestia para todas estas especies.

Todos los años sin excepción, el mismo día que comienza la media veda, comienzan a llegar a los centros de recuperación rapaces heridas por disparos. Otras muchas no llegarán nunca y sus cuerpos desaparecerán en el campo. 


VICTIMISMO DE LOS CAZADORES DE LA MEDIA VEDA

Dice una noticia que los cazadores cuentan los días ansiosos para que se abra la media veda y poder salir a dar los primeros tiros; ya tienen preparadas sus escopetas, munición y perros. Están ansiosos por empezar a matar. 

Dice esa noticia que esperan olvidar el “desastre” del año pasado, cuando no pudieron matar todo lo que quisieron. Esto significa que no vieron tantas tórtolas y codornices porque, de haber podido, las habrían disparado y aniquilado.

Para colmo, el presidente de la Federación de Caza tiene la desfachatez y la desvergüenza de criticar lo que llama “acoso” ecologista y dice que la caza es “absolutamente necesaria para el equilibrio de los ecosistemas”. Reclaman que la ley se endurezca para evitar la impunidad del acoso que reciben de ecologistas. Dice: “No puede seguir así” y añade que tienen ilusión de conseguir transmitir a los niños “que la naturaleza no es Bambi”. ¡Qué educativo! ¡Qué pedagógico!. Vamos, que los animales son seres inferiores a los que se puede destruir el corazón de un disparo y que no vayan los niños a empatizar con ellos tontamente. Así como nosotros trabajamos por un cambio en el que los niños sean sensibles con la naturaleza, ellos buscan desensibilizar y convertir a los niños en asesinos de nuestra fauna. 

ANIQUILACIÓN DE LAS POBLACIONES DE TÓRTOLA


En una página de caza, añoraba alguien que hace 70 años se matase la friolera de más de 200 tórtolas por cazador cada tarde sólo en su pueblo extremeño, que decía era un hervidero de tórtolas. Por lo visto era habitual que en una jornada mataran 2500 tórtolas y así fuera durante varios días seguidos. Mataban del 15/8 al 15/9 todos los días y todo el día. Por la tarde observaban contentos los miles de cuerpos de las tórtolas asesinadas y tenían que llenar sacos y sacos y llevárselas en remolques. Se quejaba de que ahora no se viera ni una. Esta es la salvajada, hoy casi imposible de creer o imaginar, que hizo que la tórtola tenga hoy una población bajo mínimos. A finales de los años 80 se mataban hasta 2.500.000 de tórtolas al año.

La tórtola europea vive hoy una situación alarmante. En Europa está desapareciendo. Los censos científicos europeos registran un declive del 78% y cada vez más acusado y en las Islas Británicas han descendido hasta el 96%, lo que la coloca al borde del exterminio y la convierte en el ave más amenazada del país y quizás su mayor problema sea la maldita media veda española. 
El programa de Seguimiento de Aves de SEO/BirdLife muestra en España un especial declive desde hace diez años para acá, un desplome y una regresión lineal desde entonces con una pérdida de más del 30%. En 2015, la declararon Ave del Año solicitando una moratoria a su caza y que fuera incluida en el Catálogo de Especies Amenazadas. Ni caso se hizo pues los gobernantes y legisladores iban de la mano del lobby de la caza. Y eso que hasta el Comité Científico del propio Ministerio dijo que debe catalogarse a la tórtola y que hasta lo dice el Instituto de Investigación de Recursos Cinegéticos. La UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) sí la colocó en la Lista Roja de Especies Amenazadas.

A pesar de que hay un Plan Europeo de Conservación de la Tórtola que está pidiendo una moratoria urgente, cada año se permite la masacre en España. Se vulnera de forma impune la Directiva de Aves y la Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad. 

Se calcula en 1 millón de parejas la población de tórtolas europeas en España. Empieza la media veda y se comienza el exterminio de tórtolas. Se calcula que se matan unas 500.000 a 800.000 actualmente en esta masacre aunque si no mueren más es porque no encuentran. Desde los años 80 se han perdido 19 millones de parejas de tórtola.

Llegan las pobres tórtolas que vienen ya viajando miles de kilómetros desde el norte de Europa, vienen cansadas y por allá por donde van pasando corren el riesgo de morir de un disparo. Ahora les queda atravesar el mar y descansar en el norte de África donde también se matan masivamente, y después tienen que atravesar el desierto del Sáhara completo para llegar a zonas donde siguen corriendo riesgo de muerte constante, un riesgo que se acumula en sus vidas. No es de extrañar que la población de tórtolas de Gran Bretaña esté al borde de la desaparición.

LOS CAZADORES PODRÍAN EXTERMINAR LA ESPECIE EN UN DÍA

Analicemos esta locura de la caza de tórtolas en la media veda… Si tomamos sólo una Comunidad cualquiera, como Andalucía, hay unas 90.528 licencias de caza y permiso para matar 5 tórtolas por cazador y día en la media veda, que va del 20/agosto al 17/septiembre. 

Me salen 15 días hábiles de caza. Si cada día los 90.528 cazadores salieran a matar su cupo mínimo y lo consiguieran, cada día matarían ¡¡¡¡452.640 tórtolas!!!!. En los 15 días “legales” podrían, si pudieran y quisieran, acabar con ¡¡¡¡6.789.600 tórtolas!!!!, lo que es imposible porque multiplica casi por siete la población de tórtolas que hay en el país entero. Es decir, que pueden matar todas las que quieran porque, aunque quieran, no pueden jamás llegar a todo lo que les está permitido en España.

Es curioso que luego digan frases tan elocuentes como absurdas del tipo: “los cazadores aceptamos cupos siempre que no sean para restringir la caza”. Es decir, que aceptan que les digan un número de muertes pero sin restringir sus posibilidades de matar. Es increíble. 
Efectivamente, así es: los cupos no les restringen nada… son sólo un número imposible de alcanzar. Por tanto, entiendo que los deseos de los cazadores son órdenes para los Gobiernos. 

Pero hemos nombrado sólo Andalucía. Elijamos ahora Castilla y León, donde dicen haberse dado cuenta del acusado declive de la tórtola y han reducido el cupo de 6 a 4. Suponiendo que sus 134.739 cazadores quieran matar sólo su máximo de 4 tórtolas por día, podrían liquidar en un día 538.956 tórtolas. En un día la mitad de la población de tórtolas de España entera. 
Aún tendrían 11 días hábiles (gracias a que han retrasado la masacre en una semana por darle un margen a las tortolinas a terminar de salir del nido deprisa y corriendo) y podrían aniquilar casi 6 millones de tórtolas en su mes de la media veda. 
En Extremadura hay 93.000 licencias de caza y pueden matar 10 tórtolas en los 13 días hábiles. Me sale la friolera imposible de 12.090.000 tórtolas. Algunas fincas utilizan alimentación suplementaria –eufemismo cinegético que usan para decir que ayuda a las poblaciones de la especie- para tener concentradas las tórtolas y sacrificarlas con facilidad y en masa. Con estas cuentas, en Castilla La Mancha podrían aniquilar 6.851.520 tórtolas. En Madrid, 4.550.000… etc.

Cuando se lo dije a un amigo cazador acabamos discutiendo porque me vino a decir que yo estaba diciendo tonterías. Claro que sí, porque no existen tantas tórtolas en el país y, por tanto, es imposible que maten tantas, como él me sugería. Pero es que no quería escuchar o entender que lo que quiero subrayar es que, con estos cupos tan “protectores”, se podría exterminar la especie en un solo día. Quiero decir, que se da a los cazadores la posibilidad “legal” (en realidad, ilegal por las leyes europeas) para ello. En La Rioja un cazador puede cargarse 30 tórtolas en un día, si quiere y puede, así que sólo allí podrían aniquilar más de 320.000 tórtolas cada día hábil de caza. 

Hay 850.000 licencias de caza en España. En cada Comunidad la media veda varía un poco en el cupo y la fecha, pero me sale una media por Comunidades de 8 tórtolas por cazador y día y unos 13 días hábiles de caza, así que, si todos esos cazatas se dedicasen activamente a matar tórtolas, la especie desaparecía en un solo día. 
Si se pusieran las pilas y hubiera tórtolas para ello, que no las hay, los cazatas podrían acabar con la vida de 6.800.000 tórtolas AL DÍA, y en esos 13 días conseguirían aniquilar 88.400.000 tórtolas. Ocho veces la población total de tórtolas de Europa y quizás la población mundial. 

Con la codorniz y la media veda pasa lo mismo. El año pasado, el 16 de agosto decía el periódico “El Mundo” de Castilla y León, que “la apertura de la media veda confirma los malos augurios”. Esas son sus comprobaciones y métodos de censo. Decía la noticia que en Soria hubo algún cazador que llegó con 6 codornices y que los guardas encontraron más de 40 cazadores que no portaban ni una. Las únicas 6 que quedaba las mató aquél. Y es que sólo en Castilla y León matan cientos de miles cada año. ¿Cómo no van a estar en declive dramático la codorniz?.

UN CASO CON SIMILITUDES PARA RECORDAR.

Fue así como desapareció la paloma migratoria americana (Ectopistes migratorius), un caso bien conocido en el mundo, que pasó en un siglo de ser el ave más abundante de toda Norteamérica y quizás del mundo a extinguirse completamente. Cuando sus bandos de miles de palomas pasaban se hacía de noche y se notaba el calor a su paso, era impresionante el sonido de su aleteo y hasta la brisa que creaban. Llegaron a registrar una bandada de 1.6 kms. 

Nadie podía imaginar que podría llegar a desaparecer totalmente. Las cazaron de forma masiva. Como había tantas, no respetaron nada sus ciclos y las cazaron hasta para fabricar piensos para cerdos. Empezó su población a declinar progresivamente. En 1871 aún se contaban 136 millones de palomas pero apenas 10 años más tarde ya sobrevivían las últimas y la situación era irreversible. Como siempre, se iniciaron programas de cría en cautividad pero no hubo éxito… 

En 1896 se mataron 250.000 en un día, en lo que fue la última colonia de cría que existió y esa fue la puntilla final a la especie. Aquella matanza se hizo para vender esas palomas para carne pero el tren que transportaba sus cuerpos descarriló y quedaron abandonados en el suelo. Alguna quedó por ahí hasta que en 1900 un niño ¡qué educación la suya! Disparó a la última superviviente salvaje de la especie. Conocida fue Martha, que fue la última paloma migratoria, que vivía en una jaula de un zoo americano y que murió con 29 años en 1914. 

Es lo único que podemos ver hoy de esa especie. Algunos cuerpos disecados como el de Martha. No quiero ni imaginar este mismo drama con mis amadas tórtolas. 

Por David Nieto Maceín. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario