AMBOSELI
En Amboseli ya solo quedan 10 grandes super colmillos. Entre estos legendarios super gigantes están Craig, Esau, Tee-Jay, Michael y One Ton. Miles de turistas de fauna salvaje acuden a Amboseli para poder observar a uno de estos famosos gigantes.
Craig es el elefante más buscado por los visitantes de Amboseli, y todos estos super colmillos generan millones de dólares en ingresos anuales de todos los que acuden a contemplarles. Cuando un cazata paga a una operadora de caza para asesinar a uno de estos legendarios y únicos elefantes, paga 20.000 dólares por llevarse sus "colmillos" a casa y presumir ante sus amigos. Se estima que cada elefante vivo aporta, gracias a los turistas, 1.607.625 dólares, y que un súper colmillo aporta mucho más. Asesinar a uno de estos últimos elefantes gigantes que quedan en la Tierra en beneficio de un operador de caza y su cliente es absolutamente demencial.
Craig es el de la foto, en Amboseli:
KENIA PROHIBIÓ LA CAZA Y TANZANIA NO
En Kenia está prohibida la caza desde 1977, pero cuando cruzan a Tanzania, se encuentran amenazados puesto que allí la caza es legal y se conceden permisos para los que los cazadores pagarán hasta 20.000 dólares, algo vergonzoso para un país como Tanzania, que es referente en turismo de fauna salvaje. Para los próximos meses han concedido tres permisos para matar elefantes en la región y ahora la integridad de los elefantes de Amboseli está amenazada.
MORATORIA NO RESPETADA POR TANZANIA.
En 1994 fueron asesinados tres grandes elefantes muy conocidos de Amboseli, lo que generó un movimiento que culminó, gracias a la presión de la etóloga Cynthia Moss y otros conservacionistas, en 1995, en una moratoria que prohibía la muerte de elefantes transfronterizos entre Kenia y Tanzania. Desde entonces, la frontera de Kenia y Tanzania fue relativamente segura para los elefantes hasta que los operadores de caza se han saltado la moratoria y han matado a Gilgil y quemado su cuerpo el pasado septiembre.
Elephant Voices, Big Life Foundation y Amboseli Trust for Elephants (de Cynthia Moss) han publicado una declaración conjunta sobre los elefantes de Amboseli para pedir la protección de esta población, que es transfronteriza, amenazada al cruzar a Tanzania.
Los responsables del Parque Nacional de Amboseli han pedido a los de Tanzania que se unan a ellos en la conservación del patrimonio natural de las generaciones futuras. Más de 50 organizaciones pidieron a la presidenta de Tanzania que ordenara la prohibición inmediata de la caza de trofeos de elefantes. USA acaba de anunciar que va a prohibir las importaciones de trofeos de elefante. Pero Tanzania hace oídos sordos porque se agarra al dinero que le reporta la caza de trofeos, que atrae a cazatas asesinos de todo el mundo, especialmente de EEUU. Así que ni las autoridades de Vida Silvestre de Tanzania, ni la presidenta han respondido a ningún comentario sobre la conservación de los elefantes.
GILGIL, UN SUPER COLMILLOS ASESINADO EN SEPTIEMBRE
En septiembre de 2023, en la zona de Enduimet, asesinaron a un super colmillos a 24 kms de la frontera de Kenya y Tanzania. El operador de caza (Kilombero North Safaris, propiedad del hermano del primer multimillonario de Tanzania), detectó al elefante en la zona prohibida de caza y esperó a que cruzase a la zona permitida para asesinarle. El operador de caza se negó a dar ninguna información sobre el elefante asesinado y quemaron el cadáver tras llevarse sus defensas ("colmillos"). Finalmente, Cynthia Moss, de Amboseli Trust for Elephants, descubre, por fotos que publicaron, que el elefante asesinado es Gilgil (M22 Dionysus), un macho de 35 años, acercándose a sus mejores años reproductivos. Una desgracia para las poblaciones de elefantes de Amboseli. Aquí tenéis fotos que se consiguieron del cadáver y de sus defensas:
Y aquí arriba le tenéis en 2016, cuando tenía 28 años.
En noviembre de 2023 se produjo otra cacería, junto a Enduimet y a unos 36 kms de la frontera. Días anteriores, los cazadores estuvieron sobrevolando la zona en helicóptero para descubrir la ubicación del gran elefante. Este otro operador de caza también se negó a dar ningún dato sobre el elefante asesinado y también quemó el cuerpo tras despojarle de sus "colmillos".
Y a principios de este año se asesinó un tercer elefante en la zona. Sus cadáveres fueron quemados para imposibilitar su identificación. De nuevo fue Kilombero North Safaris la responsable del asesinato. Esta empresa compró concesiones de caza por diez años por más de 250.000 dólares. En esta ocasión eran tres cazatas estadounidenses cazando en el norte de Tanzania, uno de ellos Rick Warren, ex ejecutivo de petróleo y gas, otro tipo que había matado 15 leones en Tanzania según la revista Forbes y otro que ya está en penales por furtivo en un tribunal de EEUU.
El pasado 11 de abril de 2024, hace menos de un mes, asesinaron un cuarto elefante en la zona, probablemente de la población de Amboseli. Y el 14 de abril mataron otro elefante más. Empresas de caza que violan la moratoria.
CONSIDERACIONES CONTRA LA CAZA DE TROFEOS
Estamos hablando del asesinato de seres súper inteligentes con un cerebro cuatro veces mayor que el de un humano y con unas capacidades cognitivas muy complejas, capaces de comprender la muerte. Pero más allá de eso, que es una consideración moral y ética, hay otras consideraciones científicas contra la caza.
Los elefantes viven en sociedades muy complejas, compuestas por diferentes grupos matriarcales y grupos de solteros que se comunican a distancia. Tienen cultura y conocimientos que transmiten a las siguientes generaciones y los abuelos transmiten el conocimiento a los nietos. Los cazadores de trofeos a veces usan el término "machos viejos post-reproductivos" dando a entender que son elefantes que ya pasaron su periodo reproductor y que no tienen tanta relevancia en conservación. Matar elefantes viejos es un tremendo riesgo de perder conocimientos críticos de supervivencia. Por ejemplo, durante las sequías que ocurren cada pocos años.
Los elefantes, al contrario de los demás mamíferos, crecen sin parar y sus "colmillos" también. Las hembras prefieren a los machos más grandes e impresionantes. El asesinato de grandes machos ha destruido la composición genética de la mayoría de las poblaciones de elefantes de África revirtiendo millones de años de evolución. Y esto ha sido por la grotesca caza de trofeos. Es la selección artificial que reduce el acervo genético. El hecho de que ahora hablemos de elefantes "súper colmillos" se debe a eso. Son los últimos representantes de aquella genética perdida.
La caza de trofeos elimina los ejemplares con mejor sistema inmune, aquellos que han sido capaces de llegar hasta ese tamaño y edad.
Un estudio reciente demostró que entre 2018 y 2022, las zonas de caza de trofeos de elefantes en el sur de África habían experimentado una caída en el número de elefantes y no era porque se hubieran matado más sino porque los elefantes abandonan las áreas que perciben como peligrosas. Estos elefantes son más difíciles de ver y también más peligrosos para los turistas y a la gente local porque se defienden con agresividad hacia las personas, que pueden percibir como amenaza.
En África los elefantes se han desplomado en un 90% o más durante el último siglo... Cada individuo hoy es una joya genética y de una vital importancia para el resto.