ANIVERSARIO DE CECIL. LA CAZA DE TROFEOS

 

El 1 de julio de 2015, hace exactamente 6 años, ejecutaron salvajemente a un espléndido león de 13 años en Zimbabwe, un país que da permisos para cazar entre 42 y 49 leones al año. Cecil había sido la máxima atracción para los visitantes y fotógrafos de naturaleza en el parque nacional Hwange, reserva mítica de fauna salvaje. Además, científicos de la Universidad de Oxford estudiaban a este ejemplar. Los detalles de su muerte recorrieron el mundo. Cecil, que era el padre y protector de un grupo entero de leones, fue atraído fuera del parque nacional con cebos de cadáveres de elefante, y el cazador estadounidense Walter James Palmer, supervisado por el guía de caza Theo Bronkhorst, le disparó una flecha. Durante 10 horas estuvo agonizando, con terribles dolores, hasta que, al día siguiente, el sanguinario cazata le remató con una segunda flecha. Esto fue llevado a los medios y generó una repulsa mundial, generando un movimiento contra la caza de trofeos.



Fotógrafos y turistas de todo el mundo le habían conocido y nadie entendía la psicopática brutalidad de los cazatas de trofeos. El león africano es una especie en peligro crítico de desaparecer y la caza de trofeos es una causa evidente. Zimbabwe no condenó al cazata que mató a su león más famoso y tampoco EEUU. Tampoco condenaron al guía de caza ni al dueño de la finca donde se mató a Cecil que dio permiso privado. Había pagado 50.000 dólares por la vida de aquél maravilloso ejemplar. Una vergüenza asquerosa. 

De hecho, hace un año mataba en Mongolia un argali, muflón del Himalaya, una especie en peligro de extinción, para lo cuál había pagado 88.000 dólares pudiendo burlar las leyes de protección de la fauna del país sólo con su asqueroso dinero proveniente, supongo, de los ingresos de su clínica dental. Y no sólo eso. El asesino se ha mofado varias veces de la muerte del león con frases tan deplorables como estas: “¿qué es peor, la muerte de Cecil o el ataque a las torres gemelas? Después de todo, ese león no es gran cosa”.

No obstante, en 2016 y a raíz de ese asesinato y las protestas generadas, USA prohibió la importación de trofeos de león africano. Pero los cazatas de trofeos de USA siguen viajando a África para matar leones con permisos especiales de importación de trofeos. El CITES mostró que en 2017-2018 aprobaron la importación de la increíble cantidad de 150 trofeos de león africano. 19 de ellos fueron matados en Zimbabwe. En ese tiempo, Europa sacó ventaja a USA y se importaron a la UE 406 trofeos de león, 18 de los cuales fueron asesinados en Zimbabwe. El león fue la quinta especie víctima de trofeos importados a los países de la UE (con España a la cabeza).

CITES ha mostrado que de 2015 a 2018, en tres años, los trofeos de león se han DUPLICADO a pesar de que la especie está en una situación de amenaza crítica.

Además, en Sudáfrica hay cientos de centros de cría de leones con miles de ellos disponibles para su matanza por parte de cazatas de trofeos. Les crían en cautividad, se habitúan de cachorros a las personas, los turistas les acarician… de mayores pasan a recintos grandes en semilibertad, donde los cazatas les asesinan para llevarse sus trofeos. Los huesos se envían a Asia, donde sustituyen a los huesos de tigre porque el comercio ilegal de dichos huesos tiene en jaque a la población de tigres. Cientos de trofeos de leones salen de esas instalaciones de caza.

Enlaces a vídeos donde podéis ver a Cecil y sobre su muerte: 

https://www.youtube.com/watch?v=eP-nV-JSCGg

https://www.youtube.com/watch?v=vgwHH9oS3IA

https://www.youtube.com/watch?v=fSV6QMbqx2M

https://www.youtube.com/watch?v=QyNp-k0VXdM


Ahora, para conmemorar el aniversario de la muerte de Cecil, Humane Society International / Europa ha publicado este informe: “ EU Trophy Hunting by the Numbers ”, que revela que la Unión Europea es el segundo mayor importador de trofeos después de Estados Unidos. Ha analizado el periodo de 2014 a 2018, y descubierto que la UE importó en esos 5 años trofeos de 889 leones, 229 de los cuales eran leones salvajes como Cecil. Los cazatas de la UE importaron unos 15.000 trofeos de 73 especies protegidas internacionalmente (leones, elefantes, leopardos, jirafas, guepardos, rinocerontes negros, osos polares, argali, cebras…) siendo el mayor importador de trofeos de guepardo del mundo, siendo una especie que se acerca peligrosamente hacia la extinción

De hecho, siguen aumentando estas importaciones y en esos 5 años han aumentado constantemente un 40%. A pesar de eso, resulta que más del 80% de los ciudadanos de la UE encuestados siente repulsa por la caza de trofeos. España está entre los tres países que más trofeos importa, y los cazatas españoles matan ahora en USA osos, pumas y lobos cuyos restos se traen a sus casas.

Nos enfrentamos a una crisis de extinción, pero permitimos que esto suceda. 

En 2015, Francia y Australia prohibieron la importación de trofeos de león. Holanda prohibió en 2016 la importación de trofeos de más de 200 especies. El mes pasado, Reino Unido afirmó que va a implementar la prohibición de importación de trofeos más estricta del mundo y dos partidos políticos alemanes, en respuesta siempre a la petición de la ciudadanía, ha incluido la prohibición de importación de trofeos en sus programas electorales.

Parece que los legisladores europeos están desafiando el status quo de algunos gobiernos que permiten importar trofeos sin supervisión científica. El movimiento ciudadano contra la caza de trofeos ha de aumentar. La caza de trofeos es incompatible con la conservación de la biodiversidad. La eurodiputada alemana Manuela Ripa apuntó: “es importante considerar el impacto sobre la fauna que tienen los europeos que viajan sólo para disparar y traer partes del cuerpo de animales a su casa. En vez de tener caza de trofeos estrictamente regulada, me comprometo a una caza fotográfica estrictamente regulada que tendría mayor beneficio para las especies, los ecosistemas y las comunidades”.

Precisamente en Alemania se celebró una espantosa feria de caza (Jagd & Hund, Perro y Caza), en realidad una como tantas muchas que también hacen en España, donde se glorificaba la matanza de las especies más amenazadas del mundo, por "las emociones y el derecho de presumir". Allí se vendía por 3000 euros la vida de jirafas de Namibia (especie protegida por Ley) para llevarse la cabeza a casa y ponerla disecada en el salón. Aquella horrenda feria demostraba que ningún animal de especies amenazas de extinción está libre de ser asesinado por cazatas que puedan pagar por aniquilar sus vidas. Por muy poco se vende la vida de elefantes, leones, cebras, leopardos, jirafas, etc. Venden la vida de osos pardos de países de la Unión Europea, cuando están protegidos por la Directiva de Hábitats. 

En España, los cazatas de trofeo andan sedientos de conseguir que algún día se pueda asesinar oso pardo, para lo cuál intentan demonizar a la especie con constantes noticias sensacionalistas absurdas. El lobo ibérico, especie que se encuentra en una situación delicada (reducción de diversidad genética, aislamiento y una persecución incesante y bárbara), es codiciado por los pretenciosos buscadores de trofeos. Aunque sabemos que matar lobos, especialmente los ejemplares reproductores, destruye los grupos familiares y aumenta el riesgo de daños al ganado, continúa la matanza gratuita y absurda en busca del trofeo por parte de cazadores que quieren presumir delante de sus amigos. 


Un enorme ejemplar, un individuo reproductor, asesinado por un orgulloso cazata de trofeos que acaba de destruir un grupo familiar de lobos. ¿Hay derecho a esto?

¿Qué tiene en la cabeza el padre que pone a su hij@ junto al cadáver del lobo que acaba de asesinar? 



Mitos detrás de la caza de trofeos: 

https://www.youtube.com/watch?v=Ufe2clzyCAs&t=36s

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Vacaciones para matar animales 



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