JAPÓN, EL MÁXIMO EXTERMINADOR DE BALLENAS DEL MUNDO
En 1986, la Comisión Ballenera Internacional prohibió la caza de ballenas en el mundo. Desde entonces, algunos países han seguido matándolas impunemente. Japón se lleva la palma y ha seguido asesinando ballenas usando el eufemismo de "caza científica" aprovechando un vacío legal que les permitía aniquilar cientos de ballenas con total impunidad, en un acto de extremo egoísmo e irresponsabilidad, matando cientos de ballenas de especies amenazadas al año incluso en los Santuarios Mundiales de ballenas para vender su carne para el consumo humano. Al ser un país rico y poderoso, se ha salido con la suya y nada le ha importado las críticas.
Ahora, en un acto de extrema insolencia, han decidido que van a seguir asesinando ballenas pero ya sin escudarse en ese eufemismo de "caza científica", saliéndose de la Comisión Ballenera porque este organismo no les permite la caza comercial. Ahora dicen, abiertamente, que van a seguir con la "caza comercial". Aparentemente, cazarán en sus aguas territoriales por lo que dejarán de matar en la Antártida y el Hemisferio Sur.
En realidad, el consumo de carne de ballena en Japón es irrelevante (tan sólo el 0,1% de la carne que se consume en el país). Este tipo de caza la iniciaron a finales de los años 40, tras la II Guerra Mundial, cuando Japón estaba en la ruina y había mucho hambre en el país. Hasta los años 60 fue un recurso alimenticio base, llegando a matar en el año 1964 hasta 24.000 ballenas. Hoy no es necesario, atenta gravemente contra estas especies, es inmoral e insano por la acumulación de tóxicos en la carne de los cetáceos. La industria ballenera que se ha ido creando ha seguido luchando por imponer el consumo visitando escuelas, organizando festivales de consumo de carne, etc, pero sobreviven gracias a fuertes subvenciones.
La mayoría de los países se han indignado con la decisión de Japón, especialmente Australia, que se opone totalmente a la caza de ballenas.
OTROS PAÍSES QUE APOYAN LA MATANZA DE BALLENAS
En 2006, ISLANDIA regresó a la matanza de ballenas (principalmente rorcual aliblanco y rorcual común), especies catalogadas en Peligro de Extinción. Desde 1904 a 1979 se cazaron tantísimos rorcuales (unos 750.000 en el Hemisferio Sur), que dejaron la población de esta especie al borde de la desaparición. Pero Islandia ha seguido matando y en 2009 intensificó la matanza de ballenas, asesinando 200 al año. La justificación que da la opinión pública es que "hay demasiadas ballenas" y consumen demasiado pescado (descarado cinismo e ignorancia en esta idea cuando es bien conocido el hecho de que la pesca industrial es lo que realmente agota de forma insostenible y absurda los recursos pesqueros) pero también cuenta la opinión pública que esta carne es muy solicitada por los turistas que visitan Islandia (del 35 al 40% de los turistas la prueban como algo "típico" o "exótico") aunque no tanto por la población local (sólo el 1,7% de los islandeses la consumen). Así, estos turistas son los que están apoyando la matanza sistemática de ballenas y esto es algo gravísimo y todo el mundo debe conocerlo para, si se visita Islandia, evitar siempre consumir esta carne y aprovechar para condenar duramente su venta y su consumo. Además, la carne de cetáceos acumula la mayor cantidad de tóxicos del océano, por lo que su consumo es totalmente desaconsejado desde el punto de vista de la salud. La carne sobrante es vendida a Japón en un negocio de muerte repugnante, indecente, inmoral y desaprensivo.
NORUEGA siempre se opuso a la moratoria de la caza de ballenas. Es decir, no quiso nunca que la matanza fuese prohibida. Aún así, desde 1986 hasta 1993 cumplió con la Ley y dejó de matar ballenas. Pero a partir de ese año aprovechó un vacío legal para iniciar la caza de rorcuales aliblancos matando cientos al año (por ejemplo, más de 600 en 2015) y vendiendo la carne principalmente a Japón e Islandia. Este año 2018, para reavivar la industria y en contra de cualquier moral y lógica medioambiental, ha aumentado la cuota de matanza a 1.278 ballenas.
ISLAS FEROE (que pertenece a Dinamarca pero tiene su propia Ley, apartada tanto de Dinamarca como de la Unión Europea) mata unos 800 calderones al año en una matanza brutal y sanguinaria que es una vergüenza mundial. Lo hacen por tradición cultural y aunque los consumen no lo necesitan para nada.
A menor escala, hay una caza de ballenas permitida como "caza de subsistencia" (discutible a día de hoy y seguramente más tradicional cultural que importante para dicha subsistencia) en Groenlandia (Dinamarca), Rusia, USA, San Vicente y Las Granadinas.
Animamos a
-protestar individualmente, escribiendo a las embajadas de estos países expresando nuestra desaprobación más absoluta.
-hacer un consumo responsable, no consumiendo carne de ballena jamás y expresando nuestra repudia a su comercialización y consumo.
-divulgar este conocimiento para que se extienda y que más personas sean conscientes del daño que se hace cuando no se es RESPONSABLE.
¿Por qué son importantes las ballenas en los océanos?
Todas especies cumplen un papel vital en los ecosistemas. Y las interacciones entre especies son tan complejas que desconocemos todas las implicaciones de la disminución de una especie por causas humanas.
Las ballenas aprovechan recursos a diferentes profundidades. La ingente cantidad de agua que mueven en sus desplazamientos de profundidad beneficia a la columna de agua mediante la movilización de nutrientes y plancton.
Además, y aunque parezca increíble, sus excrementos alimentan el fitoplancton, que es vital para la vida oceánica y del planeta puesto que el fitoplancton captura ingentes cantidades de CO2 y produce mucho más oxígeno que todos los bosques juntos de la Tierra.
Quizás sea por eso que la desaparición de ballenas conlleva el declive del zooplancton, especialmente del propio krill del que se alimentan las ballenas, pues estas reciclan los nutrientes y los convierten en fertilizantes del que se beneficia el propio krill. Por eso la cadena krill-ballena-krill se mantiene en un equilibrio propio y fantástico.
Por eso es quizás también por lo que, como sabemos por los estudios científicos, hay más peces allí donde hay cetáceos.
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