HOMENAJE AL SEÑOR DE LOS LEONES



El 20 de agosto de 1989, hace 21 años, George Adamson, con 83 años, fue asesinado a tiros junto a dos empleados por los furtivos somalíes en Kenia cuando intervino en defensa de un grupo de visitantes alemanes que habían sido asaltados. Tan sólo 3 años antes, Adamson publicó su autobiografía My Pride and Joy (Joy era su ex mujer, también asesinada 9 años antes). En el libro ya hablaba de que África se había convertido en algo peligroso e infectado de furtivos sin escrúpulo ninguno. Pero estaba enamorado de esa tierra y de su fauna. Vivía muy pobremente y tenía más afinidad con los animales que con las personas. Había renunciado a sabrosas ofertas por quedarse con lo que él amaba: los leones y la vida salvaje.
George Adamson fue enterrado cerca de su hermano Terence (que murió allí) y de dos de sus amados leones (Boy y Supercub). En honor de Adamson, se fundó el George Adamson Wildlife Preservation Trust, que recupera y devuelve al medio animales salvajes en Kenia y Tanzania.
Adamson nació en India, de padres británicos, y creció en Reino Unido. Llegó a la entonces colonia británica de Kenia con 18 años y trabajó construyendo carreteras, buscando oro, comerciando e incluso cazando en safaris cuando tenía 29 años. Finalmente, acabó de guarda forestal en el Parque Nacional Meru. Con 33 años conoció a Joy Geffner, una austriaca recién emigrada que llegó allí para trabajar en recolecciones botánicas e ilustraciones de libros para el Museo de Nairobi y que incluso trabajó con Louis Leakey.
Corría el año 1956 cuando Adamson fue requerido para matar a una leona man-eater; una leona que daba caza a humanos y que estaba sembrando el pánico. Y la leona cargó contra él y él la disparó, dejando tres huérfanos, dos acabaron en un zoo holandés y una cachorrita se la quedaron George Adamson y Joy. Fue llamada Elsa. Creció con ellos y Joy escribió su historia en Nacida Libre, un best-seller mundial que fue llevado al cine al año siguiente de morir la leona. Los beneficios de la película fueron cobrados por Joy y los dedicó en su mayor parte a proyectos de conservación. Después escribió más libros. La leona Elsa educó a los Adamson, que se convirtieron al conservacionismo de la naturaleza; consiguieron que Elsa hiciese vida de animal salvaje y libre y, tras esa experiencia, se dedicaron a salvar a otros leones. Cuando Adamson, convertido ya en leyenda y conocido como Baba Ya Simba, “padre de los leones”, tenía 55 años, dejó su trabajo de guarda y dedicó su vida a rehabilitar leones cautivos y devolverles la libertad, para lo que creó la Reserva Nacional de Kora; un trabajo pionero. Filmó muchos documentales de fauna, especialmente de leones. Cuando tenía 64 años, se separó, si bien continuó teniendo una buena relación con Joy, que se dedicó a los leopardos, a la conservación y la filmación de documentales sobre vida salvaje hasta que fue asesinada 10 años después. Sus cenizas fueron esparcidas por George, como deseo de Joy, sobre las tumbas del guepardo Pipa y la leona Elsa.
Hay un vídeo muy divulgado por internet en el que se muestra un león en la naturaleza recibiendo a una pareja que lo había criado de cachorro. En esta historia está Adamson y en el vídeo sale él por ahí. Este video pertenece a un documental. La historia fue que una pareja compró un leoncito en una tienda de animales (eran los años 60). Había nacido en un zoo. Lo criaron en su piso como si fuera un perrito mimado. Pero cuando creció, conocieron a los actores que protagonizaron Nacida Libre, que conservaron siempre una estrecha amistad con Adamson, y estos les recomendaron que se pusieran en contacto con él. Así que el león, Christian, llegó a la Reserva de Kora en Kenia, donde Adamson le proporcionó una vida más acorde con su naturaleza.


El vídeo es de 1974, cuando la pareja va a Kenia a visitar al león por última vez pues ya está bastante independizado y no viene casi ya al campamento. El reencuentro de aquella pareja con el león es lo que se ve en el vídeo. Son unas imágenes maravillosas y muy emotivas.
Pero no es que los leones sean unos gatitos. De hecho, un león mutiló al hermano de George y el león preferido de Adamson, Boy, terminó matando (por impulso de caza) a su cocinero, lo que obligó a Adamson a, muy dolorido, matar al león, que se había convertido en peligrosísimo e impredecible. Adamson sería años después enterrado junto a él. Simplemente ¡No dejan de ser los más grandes predadores de África!.

Escrito por David Nieto Maceín.

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