El senador canadiense Marc Harb ha puesto en marcha la primera iniciativa de la historia para terminar de una vez por todas con la masacre de bebés focas en Canadá. Para apoyarle, habréis de pinchar aquí y firmar; no cuesta nada.
Ya sabéis que en Canadá se asesinan anualmente cientos de miles de bebés foca, sólo por negocio y de la forma más cruel que uno pueda imaginar: a palos delante de sus madres. Es algo vergonzoso y criminal por lo que hemos luchado con nuestras pequeñas posibilidades y por lo que han luchado muchísimo organizaciones como Greenpeace, WWF o IFAW a lo largo de décadas y décadas. Si alguien os intenta justificar la matanza diciendo que las focas afectan a la pesquería del bacalao, os diremos que esto es de un cinismo inaceptable. La pesquería del bacalao está sobreexplotada debido a la industrialización brutal de la pesca. Antes de la sobrepesca industrial, las poblaciones tanto de focas como de bacalao eran infinitamente mayores. Las focas y el bacalao estaban en equilibrio ¿o es que le vamos a dar lecciones ahora nosotros a la Madre Naturaleza?. Por otra parte, el hacernos creer que somos dioses que pueden manejar el equilibrio natural ya nos ha demostrado miles de veces que es peligrosamente arrogante. Y es que las focas no sólo se alimentan de bacalao sino de otros peces que, a su vez, son predadores del bacalao. Lo que quiere decirse que, de eliminar focas, podemos estar fomentando, entre otras cosas, la predación del bacalao por otras especies. No es tan sencillo el equilibrio de un ecosistema y menos aún el del océano. Diferentes países del mundo condenan esta matanza y hace unos meses la UE prohibió la importación de cualquier producto derivado de focas. Tenéis mucha más información aquí.